04 Octubre 2019
Hace apenas una semana, tuvimos la oportunidad gracias a la gentileza de Jaume Sánchez, de visitar su colección privada de coches, escondida en un insospechado parking en el centro de Barcelona. Nos encontramos en la Moritz Store de la Ronda Sant Antoni para tomar un café y reunirnos allí con el amigo Jaume.
Jaume, fundador y alma máter de la colección, nos relató con todo detalle las vicisitudes para conseguir algunos de los coches allí salvaguardados mientras Carles, su mecánico de cabecera, nos explicaba detalles y cuestiones relativas a la restauración y mantenimiento de los mismos.
Uno de los valores de la Colección, es que todos los coches tienen que estar restaurados y mantenidos, en perfecto orden de marcha y siempre preparados para salir a rodar en cualquier momento. Otra singularidad, es que cada una de las piezas coleccionadas tiene su historia personal o afectiva que los hace prácticamente únicos.
Así, pudimos ver y admirar dos ambulancias con base Seat (un 1400A de primeros de los ‘60, muy probablemente la única que queda y un 132 de mediados de los ‘70 de las que quedarían sólo un par) completos con sus camillas y equipamiento médico y sus sirenas y luces operativas.
Entre los descapotables poco usuales un Fiat 1400A, del que parece ser que sólo quedan dos en España, un par de Seats 1400A transformados por carroceros nacionales, uno de ellos por el famoso Carrocerías Serra, de Barcelona, que también había trabajado para Pegaso (con los deportivos Z102) y para Barreiros (con los Dodge 3700), y el otro por un carrocero asturiano como encargo único y exclusivo de su primer propietario.
Otras piezas con historia son un Seat 600 que es nada más y nada menos que el más antiguo por número de bastidor de todos los que quedan registrados, un 600 Formichetta (una versión comercial ya muy rara en su día), o un 1400 Familiar, entre otros Seats 600, o 1400B, 1400C o 1500 algo más recientes.
Entre las versiones más deportivas de la marca, un 850 Sport Spider pero con la particularidad de tener el hard-top fijo (un falso spider podríamos decir), un 124/2000 (FL90), un Ibiza Cupra (de mediados de los ‘90, la pieza más moderna de la Colección), un 1430/1600 (FU10), un Fura Crono (127 de última generación con el motor 1430cc), un 1200 Sport (el popularmente denominado Boca Negra) o un atractivo 124 Sport Coupé 1600.
Otras piezas raras, o rarísimas, son un Hispano-Alemán Mallorca (el Lotus Seven español, también dotado de la mecánica Seat 1430), un Ibiza Cabrio (primera generación del Ibiza, del que se fabricaron sólo ocho unidades), o uno de los poquísimos Seat Samba que quedan, éste en proceso de restauración (un descapotable al estilo Citroën Mehari basado en el Seat 127 segunda serie)… y seguro que me olvido de algo!!!
Tras la Colección, tuvimos también el privilegio de visitar el Sancta-Sanctorum del amigo Jaume, su mini-museo particular, con todo su automovilismo: miniaturas, libros, revistas…
Para rematar la jornada, compartimos comida con Jaume y Carles en el cercano Restaurant L’Havana, un restaurante histórico, fundado en 1875 y que gestiona la actual familia propietaria desde 1945. Restaurante clásico donde los haya, con comida de mercado y todo el sabor de los guisos caseros.
¡Una jornada inolvidable, sin duda!
