2 febrero 2024, Circuit ParcMotor, Castellolí
Nuestra vertiginosa entrada en el año continuaba con un emocionante inicio de febrero en ParcMotor. Esta vez, nos sumergimos en una experiencia excepcional de un día completo pilotando monoplazas clásicos de FFord y F3, siguiendo las especificaciones de 1970.
A las 08:00 AM nos reunimos en las instalaciones de ParcMotor, en Castellolí. Allí nos recibió un equipo técnico e instructores altamente capacitados, una impresionante flota de FFord’s y F3’s perfectamente presentados, y un encantador hospitality decorado al estilo de los años 70.
Después de disfrutar de un desayuno energético, nos equipamos con cascos personalizados, monos ignífugos y accesorios retro como botines y guantes. Luego, nos sumergimos en un detallado video-briefing con la asistencia personal de Julien Chaffard, CEO de la Classic Racing School. Seguido de eso, dimos un par de vueltas al circuito en una de las vans conducidas por los instructores, quienes nos mostraron los secretos de la pista, incluyendo las trazadas ideales y los puntos de frenado.
El siguiente paso fue emocionante: una sesión de cinco vueltas con los F-Ford, con un instructor liderando el camino, marcando trazadas y ritmo delante de nosotros. Pilotando estos monoplazas y aumentando gradualmente la velocidad, nos sumergimos en la experiencia de conducción.
Después del almuerzo, cada uno de nosotros tuvo la oportunidad de disfrutar de tres tandas de 15 minutos con los «pequeños» fórmulas, que ofrecen 120CV para apenas 400 kg de peso. Cada uno a su propio ritmo, nos deleitamos con la experiencia y el placer de conducir estos auténticos fórmulas de alto rendimiento gracias a su ligereza.
Tras un breve descanso para comer, reflexionar y compartir impresiones, nos preparamos para una sesión de tarde aún más emocionante. Comenzamos con otra tanda con los F-Ford para volver a calentarnos, seguido de dos sesiones cada uno con los F3. Estos monoplazas son aún más impresionantes: 150CV, poco más de 400 kg, neumáticos más anchos y apoyo aerodinámico que ayuda a reducir la distancia de frenado, proporcionando una aceleración más potente y sensaciones aún más intensas.
En resumen, estos monoplazas nos brindan una experiencia que evoca la emoción del pilotaje antes de la era electrónica. Sin ABS, sin controles de estabilidad o tracción, con tres pedales, una caja de cambios en H, el inconfundible sonido del cambio en cada maniobra y el rugido del motor detrás de nosotros… ¡una experiencia que simplemente no se puede describir con palabras!
Para cerrar la jornada, una pequeña celebración con cava y pica-pica entre participantes y staff resultó el colofón ideal…
